Todos los días, en el
cuarto piso de Regional Norte, hay una puerta que permanece abierta.
Es la que permite ingresar a la Unidad de Apoyo a la Enseñanza
(UAE). Esa puerta queda abierta intencionalmente. El equipo
multidisciplinario que integra la UAE intenta, de esta manera,
expresar un gesto: el de hospitalidad. Durante enero y febrero ese
gesto se dirige a los estudiantes que están pensando ingresar a la
Universidad. A veces vienen solos, a veces con sus padres, a veces
con un amigo.
Las consultas son
variadas. En ocasiones es información sobre una carrera determinada,
en otras buscan una orientación en el vasto mundo de información.
Cada vez hay más opciones en la Universidad, cada vez la matrícula
aumenta más. Surgen nuevas carreras, algunas sólo se brindan en
esta sede de la Universidad. Otras veces el joven -o no tan joven-
pide orientación en el “mapa”, en el territorio, tanto en lo que
respecta a los lugares del Departamento como a las oficinas de la
propia Regional. A veces vienen a buscar orientación con respecto a
su propio proyecto personal, piden que los ayudemos a encontrarse.
Nosotros sabemos que muchas veces se trata un asunto de confianza en
sí mismo, de saberse persona capaz de tomar decisiones sobre su
vida.
Hoy, sin embargo, nadie
atravesó la puerta para entrar a la UAE, el equipo de la UAE salió
a encontrarse con dos personas que estaban esperando. El gesto de
hospitalidad se dio en otro espacio. Lo importante no fue el lugar
sino el encuentro.
Un joven terminó sexto
año de Secundaria opción Medicina. Lo ha hecho allí y quiere
continuar. Desea estudiar algo que tenga un sentido social. Piensa,
duda, pregunta. Mientras escucha las respuestas, recorre con la
mirada un folleto donde ya ha marcado un par de opciones. Quizás una
carrera corta para empezar, ya que plantea: dentro de unos meses saldrá. Conversamos acerca del tiempo de duración de las
carreras, de las necesidades, de las inclinaciones. En principio,
todo es posible, sólo hay que decidir. También es cierto que hay
que obtener los permisos para salir. Hay que transitar más caminos
que los habituales, pero es posible.
En la segunda entrevista
otro hombre joven hace una consulta. Estamos todos juntos. Su situación es
distinta: se encuentra en su lugar de trabajo. Sabe que carrera quiere hacer
pero se pregunta si se podría articular con su ejercicio profesional
actual. Piensa, consulta, dialoga. ¿Es posible ejercer esa profesión
en el encierro? Quiere estudiar algo que le
permita intervenir en ese contexto para transformarlo. Sí, es
posible.
Ambos terminarán de
juntar los documentos necesarios para inscribirse, ambos comparten un
espacio pero sus lugares son diferentes. Ambos quieren ingresar a la
Universidad. Y allí estuvimos para orientar, contener, dar
confianza, y aprender.
Al mediodía, el equipo
de la UAE vuelve a la sede de Regional Norte desde la Unidad de
Internación de Personas Privadas de Libertad N° 20, con la
confirmación de que habrá dos nuevos estudiantes en durante el 2014
en la Universidad de la República.
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